Una importante dificultad para el manejo del servicio de trenes era la asombrosa variación de los horarios locales. Así, cuando eran las 12:00 en Chicago, eran las 11:27 en Omaha, las 11:55 en San Luis, las 12:09 en Louisville, las 12:17 en Toledo y las 12:31 en Pittsburg. Para terminar la confusión, la Asociación de Ferrocarriles Americanos dividió el país en cuatro husos horarios con una hora de diferencia entre cada uno. Entró en vigor el 18 de noviembre de 1883 y el cambio fue en general aceptado por el público, aunque el Congreso no sancionó oficialmente una pauta horaria hasta 1918.
— Maldwyin A. Jones, Historia de Estados Unidos 1607-1992, p. 280; traducción de Carmen Martínez Gimeno aunque he puesto las horas en número para que se lean mejor. |