miércoles, 5 de septiembre de 2007
Sausalito y Chinatown (SF ep. 1)
Esta mañana hemos aprovechado el coche y nos hemos ido a Sausalito, un pueblecito que hay en el otro lado de la bahía de San Francisco.

Parecía que iba a hacer un tiempo regular, porque ha amanecido con niebla, pero al mediodía ya lucía fuerte el sol (aunque por la sombra se pasaba fresco).

Hemos cruzado el Golden Gate (otra vez, como tantas veces en este viaje, ha sido como de película) y justo hemos llegado. El pueblo no tiene nada: son unos chalets sencillos, de madera, a veces poco cuidados, que salpican la ladera de la montaña, todo lleno de árboles; francamente bonito. Y abajo está el puerto deportivo, muy muy sencillo, con pasarelas de madera, en ocasiones estropeadas, y con barcos pequeños. Vamos, lo más alejado de Puerto Banús y similares que podáis pensar.

Habremos estado paseando por allí un par de horas, o tres, y luego nos hemos venido al centro a devolver el coche a Hertz. Al final, ha salido algo más barato de lo que me habían presupuestado en España, y el rasponazo del coche estaba cubierto por el seguro (nunca lo dudé, pero siempre te quedas con la cosa); y nada, todo muy bien.

La tarde la hemos pasado en Chinatown. Primero, hemos visto una calle de verdad china, con tiendas para chinos, con sus verduras, pescado, etc. Dos curiosidades: venden muchos alimentos secos (verduras, setas, pescado y otras "cosas" que no he sabido reconocer) y, en las pescaderías, tienen algunos peces vivos en baldes con agua y los ves nadar; supongo que más fresco, imposible.

Hemos cenado en un chino allí mismo y, bueno, como de todos los chinos, no he salido entusiasmado con la comida. No tenían pan chino, ni rollitos de primavera, ni helado frito, eso sí, nos han dado galletas de la suerte, de las que llevan un mensaje dentro. :-D

Al ir a pagar la cena, hemos tenido el primer incidente del viaje: resulta que, al sacar dinero de un cajero al lado del hotel (serían las cinco de la tarde), me he dejado olvidada la tarjeta. :-S Hemos vuelto al cajero, por si la habían dejado allí, pero no, no estaba. Como en la recepción del hotel tenemos un ordenador por Internet, he entrado en la cuenta del banco y, aparentemente, no se ha hecho ningún cargo, y eso que sí aparece que he sacado dinero. Así que creo que no me han robado nada. He intentado bloquear la tarjeta desde la web, pero me pedía un código que tengo en Barcelona, así que, como era aún madrugada en España y no quería dejar pasar un minuto más esperando a que dieran las ocho y media allí, he entrado en la web de Mastercard y he consultado su número para emergencias (un número gratuito, por cierto) y de la misma he llamado; en cosa de veinte minutos, y después de pasarme con un representante del banco en España, la tarjeta está bloqueada.

Afortunadamente, ha sido la tarjeta que, a partir de ahora, era poco importante, pero que lo ha sido mucho durante el viaje porque con ella hemos pagado la gasolina y las comidas, reservando así la tarjeta Visa para los hoteles. Ahora ya no tiene sentido esa distinción, así que perder esa tarjeta a tres días de coger el avión de vuelta no es ni siquiera un contratiempo.

En fin, con este pequeño incidente cerramos el primer día en San Francisco. Mañana, más. Por cierto, buenos días allí; yo me voy a dormir que es medianoche ya.

Besos a todos.

zarevitz | 09:01   ||  
  • Comentario de Anonymous Anónimo | 5/9/07 11:10

    Se os nota el cansancio del viaje, el olvido de la visa es la evidencia.
    En el viaje de regreso procurar dormir todo el tiempo que podáis.
    Yo salgo para Chequia para resolver un problema de proveedores, así que hasta el sábado no tendré noticias vuestras.
    Besós aita.

     
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